La imagen corporal y las normas estéticas que rigen actualmente al mundo occidental pueden afectar el desarrollo psicológico tanto de hombres como de mujeres adolescentes, las que presentan una mayor tendencia a padecer conflictos en la elaboración de la imagen corporal, es por esto que me pareció importante poder abordar una problemática de la época donde actualmente la anorexia es preocupante en la sociedad en donde vivimos, debido a que esta población en la constitución de su imagen surgen una gran transformación de lo que es su cuerpo; el cual ya viene cargado de significaciones desde lo social, en una cultura que oferta la promesa de poder lograr la “completud”, si se alcanza el cuerpo “ideal”.
En nuestra sociedad de consumo el "exceso de goce", goce autoerótico, debilitándose de tal manera el deseo del sujeto y el lazo social. Dicho exceso puede presentarse del lado del Otro, siendo esta opción la que lleva a pensar en la anorexia que se enlaza a la fuerza de un “ideal” estético femenino de suma delgadez (Cibeira, A; 2008).
“La Imagen mental
es más poderosa que la realidad,
Cuando el espejo es un enemigo”.
La anorexia se ha convertido en una epidemia dentro de las sociedades de alto consumo, en las que el “no comer” es una elección del sujeto para mantener una imagen de cuerpo delgado y esbelto por las sociedades contemporáneas, las cuales han creado una subcultura basada en la percepción y la importancia de la imagen ideal (Alfaro, 2016). Por lo cual en este ensayo se irá desarrollando lo que es “la Anorexia tanto neurótica como psicótica”.
Antes de iniciar con el tema, es importante diferenciar dos conceptos primordiales Neurosis y psicosis, por lo cual en el texto de Freud de 1924 “La perdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis”, se va a denominar a la neurosis como un conflicto que existe entre el Yo y el Ello, donde el Yo está al servicio del Super-yo y de la realidad. En cambio la psicosis es un conflicto entre el Yo y el mundo externo, donde el Yo (está al servicio del Ello) se retrae de una parte de la realidad, y en la misma se reconstruye una realidad nueva (en base a las alucinaciones, delirios), sin embargo se dirá que en la psicosis desmiente la realidad y procura sustituirla.
Planteada esta diferencia y tomando el artículo de Cibeira, 2008, la misma considera que actualmente la anorexia en su vertiente neurótica se presenta como expresión de las dificultades en la asunción de la genitalidad y de lo femenino, en donde hay procesos de cambios puberales que el cuerpo denuncia formas de mujer y se constituye en una de las exigencias de trabajo psíquico la asunción de la genitalidad. Este nuevo cuerpo puberal, se encuentra cargado de significaciones sociales ligadas a un ideal estético. Por lo cual, a través de estas significaciones sociales surge la llamada “identificación”, la cual en el texto “El estadio del Espejo” la denomina como “el sentido pleno de la transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen”, que es denominada en término antiguo “imago” (Lacan, 2009, pp. 100).
El conflicto aparece fundamentalmente expresado a nivel del cuerpo y de la imagen del mismo con un componente altamente autoerótico a través de un control constante de lo tragado y lo expulsado. Esta complejidad se presenta, justamente, en un momento de la vida de un sujeto que implica la búsqueda para sí de un lugar simbólico y singular, la adolescencia. Entonces, este cuerpo de la adolescencia vehiculiza interrogantes acerca de qué quiere el Otro y respecto de qué es ser mujer (Cibeira, 2008).
Siguiendo a Cibeira, 2008, se va a decir, que la anorexia ofrece descompletar al Otro con su propia pérdida. La desmentida coloca un cuerpo ofreciendo el ideal estético por su delgadez extrema, esto lleva a decir; a Lacan (1957; citada en Cibeira, 2008, pp. 6) la anoréxica “come nada”. Y que es el adelgazamiento y la distorsión de la imagen corporal (esa distancia que nunca puede achicarse entre cómo están y cómo se ven físicamente), como despliegue sintomático, donde se implementan recursos a través de los cuáles las adolescentes hablan y dicen de su sufrimiento. Su cuerpo es un cuerpo imaginario, fantasmático, que se le oculta por aquello que le pesa por pesar. La preocupación por el peso muestra la transposición del conflicto y vehiculiza interrogantes acerca de qué quiere el Otro, encontrándose allí como respuesta la falta del Otro ofreciendo sus propias pérdidas.
La anorexia, está en relación al goce del Otro y no a su deseo. El rechazo en este caso no potencia el deseo sino que lo nadifica. Allí aparece lo que Lacan (1957; citada en Cibeira, 2008) llamaba el "apetito de muerte" y el "suicidio lento", el cuerpo en este caso se consume hasta su propia destrucción, en donde lleva a hablar de PSICOSIS. En la anorexia grave se camina hacia la silueta de un cadáver, que no pueda suscitar jamás, en otro, más que el horror frente a esa figura siniestra de la muerte. Esa delgadez que deja ver los huesos, “la calavera”, el esqueleto, es como la imagen misma de la muerte y no puede provocar más que un horror.
Alfaro (2016) refiere que las adolescentes anoréxicas cuando se miran en el espejo y no coinciden con la imagen que percibe y la interpretación que hace de esa percepción, mayor es el grado de distorsión y de perturbación de la imagen, así esta distorsión es la convicción, o la certeza subjetiva de no tener un lugar diferenciado para el otro. Por esto al no encontrarse con un “cuerpo ideal”, su búsqueda se vuelve obsesiva hasta delirante que llegan a obtener una delgadez extrema por más que este no sea otra cosa que una imagen irremediable hacia la muerte (un cadáver).
Así, para concluir la imagen del cuerpo incide en la formación del síntoma anoréxico; ya que no concuerda con su “ideal”, pudiendo implicar éste una posición subjetiva ante la demanda y/o lo que ofrece el Otro en relación al cuerpo y el sacrificio que esto determina hacia el camino del Goce de ese Otro. Marcando la predominancia de síntomas y signos de estructuras psicóticas y/o neuróticas.
· Alfaro, J. (2016). “La percepción de la imagen corporal y su posible incidencia en las conductas alimentarias en estudiantes adolescentes de danzas clásicas”. Revista Difusiones, Nro. 10. ISSN 2314-1662. El prensa.
· Cibeira, A. (2008). Consideraciones de la Anorexia sobre el Psicoanálisis. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología.
· Lacan, J. (2009). “El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica, en Lacan, Jacques, Escritos 1, México, Siglo XXI, pp. 99 – 105.
· Sigmund, F. (1924). “La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis”. en Obras Completas vol. XIX. Amorrortu editores. Buenos Aires.