PERMANECER Y AVANZAR EN LA ESCUELA SECUNDARIA, UN DESAFÍO PARA LOS ADOLESCENTES ACTUALES

Autores docentes: por Callieri, Ivanna Gabriela -
Chipana Chumacero, Maria Jaqueline -
Gonza Fabio Abel -
Moulouni, Maria Victoria

Autores estudiantes: por Caseres, Matias Gonzalo -
Flores, Vanesa Silvana -
Guzman, Maria Belen -
Juarez, Iris Daniela -
Quispe, Noelia Mariana -
Gil, Eliana Maria Elena


Desde donde partimos

Esta producción se enmarca dentro del proyecto de investigación denominado: “Condiciones personales, familiares e institucionales que contribuyen a la permanencia y avance de los y las estudiantes en el primer año de la escuela media”, según Resolución CS Nº 167/ 2013. Se origina en las inquietudes de un grupo de docentes y estudiantes de las carreras de la Lic. en Psicologia y la Lic. en Psicopedagogía de la Universidad Católica de Santiago del Estero, con sede en San Salvador de Jujuy.

El ingreso a la escuela secundaria representa una verdadera transición vital por las características evolutivas de los adolescentes y por las nuevas formas de interacción social. Muy diferentes a las conocidos hasta ese momento, especialmente en referencia a las experiencias vividas durante el trayecto en la escuela primaria. La escuela secundaria enfrenta a los estudiantes a nuevos desafíos, entre ellos se puede mencionar el hecho de que no están bajo el control de un grupo reducido de docente, sino que en escena aparecen una variedad de docentes que les plantean múltiples demandas y de mayor complejidad; a su vez los trabajos escolares se plantean para desarrollarse con mayor grado de autonomía respecto a las familias.

A su vez, la Ley de Educación Nacional N° 26.206 y los diversos documentos del Consejo Federal de Educación plantean desde el año 2006, institucionalizar la obligatoriedad de la escuela secundaria. En este marco, la reivindicación de la educación como un derecho, invita a colaborar desde los diversos ámbitos científicos a revisar los procesos en marcha y plantear estrategias superadoras que aseguren la inclusión y permanencia de los adolescentes en el sistema educativo alcanzando los logros esperados.

En concordancia con las políticas educativas actuales, la provincia de Jujuy presentó en los últimos años un importante incremento de la matrícula en este nivel. Sin embargo el 1° Año de la Escuela Secundaria muestra ser un lugar crítico de la trayectoria escolar para muchos adolescentes en la Argentina (España y otros, 2010), siendo un desafío lograr la permanencia de estos estudiantes en el sistema y el logro de trayectoria escolares sin quiebres o interrupciones.

Si bien existen numerosos trabajos que analizan los factores que podrían influir en el la deserción escolar en diferentes niveles del sistema, no hay estudios - al menos en nuestro medio – que aborden las dimensiones consideradas como favorables para sostener la permanencia y graduación de los adolescentes en el secundario. Por tal motivo, nos planteamos como objetivo general de nuestra indagación: conocer las condiciones personales, familiares e institucionales que contribuyen a la promoción y a la permanencia de los y las estudiantes en el primer año de la escuela media.

Nuestra perspectiva metodológica

Se trata de un estudio descriptivo, basado en una metodología cualitativa que como estrategias de recolección de datos implementa talleres, entrevistas grupales y entrevistas individuales. El trabajo de campo se llevó a cabo en dos colegios de gestión estatal, de la provincia de Jujuy, uno de la ciudad capital y otro del interior provincial, ambos con población socialmente heterogénea; a su vez ambas escuelas poseen orientaciones pedagógicas diferentes: la de la ciudad capital otorga título de bachiller y la del interior posee orientación comercial.Se trata de escuelas populosas, pero a los fines de esta investigación se decidió tomar solo un curso en cada una de ellas.

Participaron de la experiencia estudiantes que cursaban el segundo año, porque se trataba de un grupo que pudo sortear la dificultad inicial que representa el cambio del sistema primario al secundario. En la escuela de la ciudad capital participaron en total 27 estudiantes, de los cuales 15 eran mujeres y 12 varones, mientras que en la escuela de la otra ciudad participaron 16 estudiantes en total: siete varones y nueve mujeres.

Sobre las técnicas de recolección de información

Se aplicaron diferentes técnicas de recolección de información que combinaron estrategias individuales y grupales, pero fueron las mismas para ambos conjuntos de estudiantes. Cabe señalar que se trabajó con los adolescentes en horarios de clases gentilmente cedidos por docentes de distintas asignaturas. Con la primera de ellas, se propuso a los adolescentes reunidos en pequeños grupos de cinco integrantes, elaborar un afiche con un slogan que invitara a alumnos, que se encontraban cursando el séptimo grado, a iniciar el secundario en su escuela; luego exponían los afiches y se debatía sobre los aspectos comunes. De esta manera, los participantes expresaron los aspectos que consideraban favorables de su colegio. Con esta actividad se procuró indagar sobre las condiciones institucionales que los estudiantes valoraban como más significativas como facilitadoras de su permanencia y avance en el colegio. El taller fue coordinado por los integrantes del equipo de investigación y se desarrolló en ambas escuelas durante una hora y media reloj, contando en ambos casos con la participación interesada de los estudiantes.

En una segunda vista a las escuelas se trabajó en base a entrevistas grupales donde e indago tanto sobe las condiciones familiares como personales que ellos consideran como favorecedoras de sus logros académicos.

La técnica que se implementó en esa oportunidad, consistía en el completamiento de viñetas individuales a modo de historietas, que proponían un dialogo a completar entre dos adolescentes, donde uno pregunta al otro sobre las condiciones que los ayudaban a progresar en la escuela; los participantes completaron las viñetas de manera individual y luego realizaron un debate grupal, coordinado por los integrantes del equipo. Con la implementación de esta técnica se pusieron en evidencia aspectos vinculados a la familia y continuaron apareciendo referencias a la institución educativa.

Por último, en un tercer encuentro se aplicó un instrumento queindaga sobre la organización del tiempo libre por parte de los estudiantes. La implementación de esta técnica no estaba inicialmente prevista, pero a raíz de los aportes de autores como Olmos Migueláñez, S.; Hernández Martín, A.; Calvo Álvarez, I. González Rodero L. (2011), quienes valoran la incidencia de esta dimensión en el rendimiento académico de los adolescentes, se decide su utilización. Se entregó a cada estudiante un clásico cuadro de doble entrada con los días de la semana y las horas del día fuera de las escolares; en cada cuadricula los adolescentes colocaron que actividad realizaban. A su vez, esta información se cruzó con las calificaciones obtenidas por cada uno de ellos en el segundo cuatrimestre.

De los hallazgos

A partir del análisis del material recolectado se pudieron detectar aspectos comunes que surgen en ambos grupos de estudiantes, que pasaremos a desarrollar en este trabajo.

El lugar de la escuela secundaria

En relación a las condiciones institucionales que los estudiantes valoran positivamente encontramos que destacan en primer lugar el Clima escolar, el cual Aron y Milicic (1999) definen como “la percepción que los miembros de la institución tienen respecto del ambiente en el cual desarrollan sus actividades habituales”. Tales percepciones, se basarían en la experiencia que el propio individuo desarrolla en relación a: la construcción edilicia, considerando la amplitud y comodidad de los espacios de estudio, como el aspecto visual, que posee una suerte de efecto “marketing” en la población estudiantil a la hora de optar por una institución; y la relación con el docente, distinguiendo el acompañamiento y trato que realizan algunos profesores, lo cual impacta en el progreso de sus estudios.

Esto último en relación a lo que plantea Sprinthall (1993, citado en Oliveira et al., 2011) al sostener que el compromiso de la o el estudiante aumenta cuando hay expectativas altas y apoyo en las tareas por parte de sus profesores y cuando estos los estimulan para aprender, que podemos denominar ambiente prosocial productivo y con supervisión (Arguedas Negrini y Jiménez Segura, 2007) Ahora bien, centrados en la actividad extra-áulica, los jóvenes dan gran relevancia a la participación de actividades con pares. En este sentido, incluyen como actividades de esta naturaleza: integrar los equipos deportivos de las escuelas, actividades de compromiso social y fundamentalmente participar en la confección de una carroza, que representa a la escuela durante el mes de septiembre, con motivo de celebrarse la Fiesta Nacional de los Estudiantes en la provincia de Jujuy.

Por otra parte, en referencia a las acciones de compromiso social, destacan que para desarrollarlas fue necesario trabajar armoniosamente como un grupo y bajo la organización de roles definidos; expresan que en experiencias de este estilo han tenido grandes satisfacciones, por lo que genera interés por continuar activamente en las mismas.

A su vez, las actividades que implican competición con otros establecimientos generaría en los jóvenes mayor arraigo e identificación con la institución; esto podría relacionarse con la necesidad de trabajar en equipo, desarrollar confianza y responsabilidad consigo mismo y con los otros (entre los pares), a la vez que inculcan valores como la cooperación, el respeto a los demás, a sí mismo, experimentando un sentido de comunidad.

De esta manera observamos que consideran indispensables las alternativas extra-clase como actividades artísticas, culturales, social y deportivas que fomentan la formación integral, el trabajo en equipo y permiten a los estudiantes poner en prácticas variadas fortalezas individuales tales como la asunción de responsabilidades y asunción de roles en las tareas, además de la interacción con pares y del conocimiento de otros alumnos.

Un ejemplo de esto puede observarse en el caso de la construcción de la carrozas, tarea altamente valorada por los adolescentes de la muestra, que se trata de una tradicional obra indiscutiblemente cooperativa, participativa y creativa, y que suscita por lo tanto, fuerte adhesión, compromiso e identificación de los estudiantes con la escuela a la que asisten. Tan significativa puede resultar la experiencia que en la escuela del interior donde se llevó a cabo el trabajo de campo, una semana antes de realizar el taller, el establecimiento había sido tomada durante varios días por los alumnos, acompañados por algunos padres, para negociar con las autoridades educativas la reconsideración de una medida tomada por las autoridades desde hace varios años, por la cual esa institución no confeccionaba carroza. Cabe señalar que esta tarea había sido suspendida años atrás, debido al alto costo económico que implicaba para los estudiantes y sus familias. Luego de varios días de toma, la medida fue modificada y a partir del ciclo lectivo 2014, la escuela volvió a confeccionar la carroza. Coincidiendo con Arguedas Negrini y Jiménez Segura( 2007),podemos notar en este caso, como la conexión con la institución, el sentimiento de pertenecer, de estar comprometido con las actividades extra-áulicas y de gozar de buenas relaciones interpersonales dentro de estas, se ha reconocido como uno de los componentes institucionales más importantes para la permanencia de la educación secundaria.

A su vez sobre las dimensiones favorables de la institución, se encuentra otro aspecto que es puesto en valor por los que asisten a la escuela de la ciudad de San Salvador: la posibilidad de recibir, asistiendo a esa escuela, una computadora personal, entregadas por el Plan Conectar Igualdad, de alcance nacional, y que cuenta con el fin de proporcionar una netbook a cada alumno. Si bien los estudiantes señalan el escaso uso que se hace de ellas en las tareas áulicas, podríamos considerar que a través del uso que hacen de facebook o twitter, construyen herramientas incipientes para generar nuevos tipos de vínculos sociales que apunten a la inclusión social y seguramente tendrán un impacto impensado en las nuevas subjetividades. Debemos resaltar el planteo de los estudiantes de la escuela del interior, quienes no pusieron especialmente en valor la recepción de este producto. Como nos llamó la atención la notable diferencia entre ambos grupos, al indagar sobre este aspecto los adolescentes refirieron que si bien poseen las computadoras personales, no las llevan a la escuela porque todavía no hay conectividad en el establecimiento y entonces los profesores nos las solicitan ni les sugieren tareas para realizar con ellas. De modo tal, que los que pueden las usan en sus casas. Tal como señala Martín Hopenhayn (2002), de CEPAL, unos de losgrandes problemas que le restan a la Latinoamérica para solucionar el problema de la equidad tiene que ver con la construcción de las redes necesarias que garanticen la conectividad de sus pobladores.

El lugar de la familia

Por otra parte, en cuanto a las condiciones familiares que los adolescentes destacan como fortalecedoras de su desempeño académico, cuando sus familiares sus se interesen por los vínculos que entablan en la escuela con sus compañeros ycon los profesores. A su vez en coincidencia con otros estudios como el de Rodríguez y Callieri (2012)señalan como significativo el apoyo de sus padres, especialmente desde el punto de vista emocional, en el sentido que les “dan aliento” o los “motivan para continuar”. Es decir que las figuras parentales actúan como figuras que aunque brindan autonomía, se encuentran presentes en caso de que los adolescentes necesiten de ellos.

Es importante señalar que la mayoría de las personas que han permanecido en la escuela, han tenido el apoyo de sus madres o padres, los cuales asisten a reuniones, a entregas de notas o bien a cualquier convocatoria recibida por algún directivo de la institución, tienen buen concepto de sus hijos y los respetan en sus diferencias. Plantean que es oportuno contar con el trato afectuoso, la comprensión, apoyo económico, apoyo emocional y confianza de sus familiares, los cuales les ayudan a desarrollar estrategias para el cumplimiento de sus responsabilidades, les apoyan para lograrlas y luego les supervisan (Arguedas Negrini, I. y Jiménez Segura, F; 2007).

Por otra parte, los participantes del estudio pusieron en evidencia una cierta ambivalencia en relación a la imposición de limites por parte de los adultos de su familia: se quejan del “control” o “exigencia” que les imponen,porque las consideran desmedidas y procuran sistemáticas negociaciones para flexibilizarlas, por ejemplo cuando los padres implementan sistemas de premios y castigos en función de los logros académicos. Señalan que reciben un tratamiento injusto respecto a otros hermanos, que según ellos, son tratados con menos rigidez. Sin embargo, también hemos detectado, que esa actitud de los adultos es a su vez considerada como un gesto de amor dirigido a ellos, porque se los “tiene en cuenta” y señalan como valioso el reconocimiento, mediante premios o comentarios halagadores, que reciben de los familiares respecto a sus logros académicos.Estos aportes resultan coincidentes con estudios como el de Achilli (2009), quien en un trabajo desarrollado en la ciudad de Rosario encontró que las familias otorgan una significativa importancia al conocimiento escolar de sus hijos.

A su vez, en nuestrocaso encontramos que el lugar otorgado por las familias a la escuela, según los adolescentes del estudio,también se manifiesta cuando los padres hacen todos los esfuerzos necesarios para cubrir todos sus gastos vinculados a los requerimientos escolares de sus hijos.Por ejemplo les compran todos los materiales que necesitan para realizarlas tarea que demandan los profesores, como compra de fotocopias e insumos; también en relación a la compra y cuidado de los uniformes, pagos de cooperadora y otros insumos.

Este interés de las familias por su desempeño académico, también es reconocido por los jóvenes en cuanto que en sus hogares se encuentran habilitados espacios especiales para que ellos realicen sus tareas escolares.

En coincidencia con lo planteado por distintos autores comoKorinfeld, Rascovan y otros(2012), Shlemenson (2007) y clásicos como Dolto (1996) o Winnicott (1982), los jóvenes con los que trabajamos, si bien reclaman espacios de autonomía, participación y fundamentalmente reconocimiento, continúan demandando la presencia y acompañamiento de los adultos significativos de su entorno.

Los condiciones personales reconocidas por los adolescentes

Por último, en relación a las condiciones personales, los estudiantes señalaron temas vinculados a su capacidad para entablar vínculos interpersonales como ser su capacidad para agradar a los profesores, también se refieren a su propia capacidad cognitiva y en menor grado a la capacidad para sostener actitudes de compromiso con el estudio, tales como dedicación concentración, curiosidad, entre otros.

A raíz de estos comentarios, tomamos la decisión de aplicar un instrumento que permite analizar la relación entre la organización del tiempo libre por parte de los estudiantes y el rendimiento académico.

En estudios previos, como el de Olmos Migueláñez, S.; Hernández Martín, A.; Calvo Álvarez, I. González Rodero L. (2011) se hace referencia a la organización del tiempo libre por parte de los adolescentes y sus logros académicos – escolares. A su vez, Gimeno (2008) señala que el tiempo es vital para las personas, y en consecuencia resulta vital su conocimiento, distribución y uso, que tiene un impacto fundamental en los procesos educativos y de construcción de la persona. El autor enfatiza que por las características de la sociedad urbana actual, la organización del tiempo y su conocimiento sobre cómo hacerlo tiene consecuencias positivas en la calidad de vida de las personas.

En nuestro caso utilizamos para indagar como utilizan el tiempo libre los estudiantes un clásico cuadro de doble entrada con distribución de actividades en la semana. Ellos la completaban libremente. Además se trabajó con el boletín de calificaciones del primer trimestre de 2014. Con los aportes de este instrumento, pudimos detectar que entre los estudiantes que tienen mayor éxito académico, cuentan con una organización especifica del tiempo libre. En relación a las tareas escolares, los adolescentes las realizan con frecuencia diaria y si bien no le dedican más de una hora por día, lo hacen todos los días en el mismo horario.

Por otra parte, estos estudiantes disponen de una rutina específica en torno a los horarios de las comidas: desayuno, almuerzo, merienda, cena; a su vez también poseen muy organizado el tiempo de descanso, por lo general señalan un descanso en un horario de la tarde.

Los estudiantes más destacados no tienen diferencias respecto a los otros en cuanto al tiempo que dedican a estar con amigos, o realizar actividades recreativas, pero como se dijo antes tienen todas sus actividades especialmente las escolares especialmente pautadas. Se pudo observar que se mantienen estereotipos de género sobre el tipo de tareas que realizan varones y mujeres. En relación a estas actividades pudimos notar que existen algunas prevalencias entre actividades realizadas por mujeres y otras realizadas por varones. Por ejemplo: las mujeres refirieron pasar más tiempo en el teléfono o mirando la tele que los varones. A su vez, solo algunas mujeres expresaron que leen por placer sin que ello implique vinculación con las tareas escolares. Sin embargo, las actividades que implican mayor independencia tal como pasear con amigo por el centro son más frecuentes en varones, pero son muy pocos los que tienen autorización para salir de noche.

Sobre los aportes que nos realizó este trabajo

Teniendo en cuenta los propósitos que nos planteamos al comienzo de nuestro proceso de investigación, podemos decir que en el caso de los estudiantes a los que fuimos indagando pudimos detectar que entre las condiciones institucionales que los ayudan a sostenerse en el sistema no solo se encuentran aspectos vinculados a lo pedagógico, sino que cobra vital importancia las practicasque desarrollan fuera del espacio áulico pero que resultan promotores deidentificaciones de los estudiantes conla escuela a la que asisten, favoreciendo en consecuencia su permanencia y avance en el sistema.

En cuanto a las condiciones familiares, destacan la necesidad de recibir acompañamiento familiar tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vistaafectivo, tomado como acompañamientopor parte de los padres.

Y en relación a las condiciones personales se puedo evaluar que cuando los adolescentes han podido ubicarse temporalmente, lo que implicaría también una organización más estable de los procesos cognitivos, resulta favorable para su promoción en el ámbito escolar.

En síntesis, consideramos que a partir de esta experiencia se podrán llevar a cabo proyectos educativos que tiendan tanto a revalorar las actividades extra clases como promotoras de inclusión, a fortalecer el vínculo familia escuela y a promover entre los estudiantes su autoconocimiento con vistas a que puedan fortalecer una mirada realista sobre sus posibilidades en relación a las demandas escolares.

Referencias bibliográficas

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