REPRESENTACIONES SOCIALES ACERCA DE LA MUERTE EN PUEBLOS ORIGINARIOS DE LA PROVINCIA DE JUJUY

Autora: por Melina Pozo.

Licenciatura en Ciencias Religiosas UCSE - DASS.


Introducción

La muerte es un acontecimiento universal e irrecusable por excelencia. Lo único de lo que estamos verdaderamente seguros -aunque ignoremos el día, la hora y el modo- es que indefectiblemente habrá que enfrentarse con la limitación humana de la muerte (Pérez Valera,2002).

Ese acto de morir (con todo lo que ello implica) es antes que nada una realidad sociocultural (Berger y Luckman, 1986). Por lo tanto la muerte despliega en el plano de la conciencia individual y grupal conjuntos complejos de representaciones (imágenes, fantasías, juegos de imaginación, sistemas de creencias o valores) y provoca comportamientos diversos de los grupos o de los individuos (actitudes, conductas, ritos), según los casos, los lugares y los momentos (Jodelet, 1986).

En esta investigación, se indagó sobre las representaciones sociales acerca de la muerte, en los Pueblos Originarios de la Provincia de Jujuy. Para llevar adelante este proceso de investigación, el modo de abordaje fue el cualitativo, utilizando como herramienta de recolección de información la entrevista.

Se indagó acerca de cuáles son las representaciones que tienen sobre la muerte sujetos de los pueblos originarios Kolla y Guaraní, que viven en Tilcara y Chalicán-Fraile Pintado respectivamente.

Planteo del problema

El llevar adelante este trabajo, tiene como fin estudiar el fenómeno de las Representaciones Sociales que tienen los Pueblos Originarios acerca de la muerte, ya que la provincia de Jujuy, está cargada de este legado cultural.

Para ello, el primer paso fue ubicar la investigación en dos grupos étnicos, descendientes de pueblos originarios de la mencionada provincia, sabiendo que los mismos hoy se encuentran en plena lucha por el rescate de su identidad cultural y el reconocimiento de sus derechos, conservando vigentes sus valores esenciales.

Partiendo de esta identidad cultural, la vitalidad con la que hoy se manifiestan las comunidades indígenas, brota del poder que da la conciencia del derecho a ser. Este poder es el resultado de un largo proceso que significó asumir y reconocerse como cultura ancestral, portadora de una forma original de ser y estar en el mundo

Los procesos de borrado de identidad y la discriminación que han sufrido, y aún sufren los , implican un gran esfuerzo a la hora de auto determinarse. La identidad se construye con contradicciones y dificultades, y asume voces y expresiones diversas (http://coleccion.educ.ar, 2011).

En este contexto heterogéneo y móvil, el rescate de tradiciones ancestrales y valores culturales presentes en las actividades productivas agrícolas, en la música, en las celebraciones, en las comidas, van tejiendo una red de contención que aglutina y refuerza lo que se tiene en común.

Ahora bien, este esfuerzo de los pueblos originarios por recuperar su identidad cultural, motiva a ahondar en las creencias y bagajes culturales de los mismos y en especial el tema de la muerte, ya que en general, este se considera tabú o de mal gusto. Puesto que, palabras duras, pero que describen la realidad) al muerto se le encajona, se le acristala, se le tapa, se le camufla con flores y olores; más aún, a partir de la postergación de lo religioso, en gran parte de las sociedades actuales, podría parecer que conceptos como la muerte también quedan relegados. Sin embargo, un hecho tan cercano, pero a la vez tan ajeno del ser humano, necesita ser entendido para saber vivir mejor (Pérez Valera, 2002).

A partir de estas consideraciones se plantearon los siguientes interrogantes: ¿Cómo es la vivencia de dos grupos étnicos pertenecientes a los pueblos originarios Kolla del Departamento Tilcara y Guaraní de Chalicán (Fraile Pintado) Departamento Ledesma de la provincia de Jujuy ante la realidad de la muerte? ¿Qué similitudes y diferencias se encuentran? ¿Cuál es la explicación, desde sus representaciones sociales, que atribuyen a la muerte los grupos étnicos originarios antes mencionados? ¿Cuáles son los principales rituales relacionados a la muerte en las poblaciones originarias objeto de este estudio?

Objetivos

Describir y analizar la representación social que poseen sobre la muerte dos grupos étnicos pertenecientes a los pueblos originarios Kolla del Departamento Doctor Manuel Belgrano y Ava Guaraní de Chalicán (Fraile Pintado) del Departamento Ledesma de la provincia de Jujuy en el año 2012.

Objetivos específicos

Marco Metodológico

El paradigma utilizado en la siguiente investigación es el Interpretativo ya que busca la objetividad en el ámbito de los significados utilizando como criterio de evidencia el acuerdo intersubjetivo en el contexto a investigar.

Desde esta perspectiva se cuestiona que el comportamiento de los sujetos este gobernado por leyes generales y caracterizado por regularidades subyacentes. Es por ello que al elegir esta orientación interpretativa la investigación, se centrara en la descripción y comprensión de lo que es único y particular del sujeto más que en lo generalizable. Lo que pretenden es:

Este paradigma se centra, dentro de la realidad de los pueblos originarios a investigar, en comprender la realidad de las representaciones sociales acerca de la muerte, desde los significados de las personas implicadas, desde sus creencias, intenciones, motivaciones y otras características no observables directamente ni susceptibles de experimentación.

Esta investigación se basa en un estudio cualitativo con una perspectiva fenomenológica, dado que se interesa en comprender la conducta humana desde el propio marco de referencia de quien actúa, es decir la realidad construida desde las propias vivencias de cada uno de los sujetos de estudio, en este caso interesa conocer la representaciones sociales de los pueblos originarios de Jujuy (Kolla y Ava Guarani) acerca de la muerte.

Será cualitativo dado que implica observar fenómenos tal y como se dan en su contexto natural, para luego analizarlos. Siguiendo a Pérez (2001) lo cualitativo permite ver a las personas que están involucradas en el estudio desde una perspectiva holística, asumiendo una realidad dinámica considerando sus significaciones, y subjetividades.

En este sentido la investigación está referida a las representaciones sociales que tienen los pueblos originarios (Kolla y Ava Guarini) de la provincia de Jujuy acerca de la muerte, se trata de un estudio inductivo, el cual construye la realidad desde las propias representaciones sociales que poseen los sujetos.

Otro aspecto metodológico que se utilizará en este estudio, hace referencia a las Representaciones Sociales, las que se abordan para referirse a la realidad de muerte que viven o han vivido las informantes. Para esto se utilizan tres dimensiones que conforman una representación social; el campo, la información y la actitud (Moscovici 1986).

Lo relevante de realizar un análisis de la información reside en que esta permitirá introducirse en las explicaciones sobre la realidad de muerte que viven o han vivido los sujetos de estudio.

UNIVERSO Y MUESTRA

El universo donde se ubica esta investigación, involucra dos grupos étnicos pertenecientes a los pueblos originarios, uno de ellos el Kolla, del departamento Tilcara y el Guaraní de Chalicán-Fraile Pintado departamento de Ledesma, de la provincia de Jujuy.

Se torna significativo analizar el fenómeno desde estos contextos, ya que en estos se manifiesta parte de la identidad de los pueblos originarios de la provincia de Jujuy. Los grupos étnicos de los pueblos mencionados, son diferentes, no solo por su formación temporal, sino por los grupos étnicos que los conforman, que al mismo tiempo son parte de la sociedad jujeña, compartiendo tradiciones venidas de distintas direcciones.

La muestra de la siguiente investigación estará centrada en dos grupos, uno de cada pueblo, consistirá en los Guaraní de Chalicán (Fraile Pintado) departamento de Ledesma y los Kolla pertenecientes al departamento Tilcara.

Para la selección de la muestra se tuvo en cuenta los siguientes criterios:

TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE DATOS: ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD Y OBSERVACIÓN PARTICIPANTE.

Para la recolección de los datos se recurrió a fuentes primarias, estas son entendidas como información recolectada del contacto directo con los sujetos de investigación los instrumentos más pertinentes son la entrevista en profundidad (Yuni y Urbano, 2005) y observación participante, ya que permiten en grados comparativamente más altos, evitar la descontextualización de situaciones y alteraciones en la espontaneidad de la acción y el intercambio lingüístico.

La entrevista en profundidad es una forma no estructurada de obtener información, generalmente se realiza con una sola persona, según Taylor (1994) esta entrevista son encuentros cara a cara entre el investigador y el informante respecto de su vida, experiencias y situaciones. Para esto el entrevistador debe proporcionar un ambiente de naturalidad, confianza y empatía a fin de que el entrevistado hable con libertad de sus actitudes, creencias, sentimientos y emociones sin presiones del investigador.

A la técnica anterior se suman aspectos de la entrevista etnográfica la cual permite al investigador, ser flexible y no guiarse por una pauta rígida. Las entrevistas se orientaron a partir de qué idea tienen acerca de la muerte, qué es para ellos la muerte, cómo viven la partida de una persona, los rituales que se llevan a cabo a partir de la muerte de una persona.

Por otra parte la observación participante permitió la interacción social entre el investigador y los informantes. El escenario para esta investigación es aquel en el cual el observador obtiene fácil acceso, establece una buena relación inmediata con los informantes y recoge datos directamente relacionados con los intereses investigativos, esto sin preconcepciones. Permite también que se recojan los datos de modo sistemático y no intrusivo. Permitiendo al diseño de la investigación permanecer flexible tanto antes como en el proceso real.

Es por ello que dentro de las posibilidades, se participó de acontecimientos que se consideraron significativos para el estudio de las representaciones sociales acerca de la muerte, partiendo de la recolección de datos que se realizaron en las entrevistas.

Estas técnicas, ayudaron, en esta investigación, a obtener, recuperar y registrar las experiencias de los pueblos originarios a investigar y de esta manera captar en la vivencia propia de los actores sociales sus representaciones sociales.

Resumen - Análisis y discusión

A lo largo de esta investigación, se ha podido ver que la muerte es algo más que un dato, es un hecho, un evento que hace surgir muchas legítimas preguntas sobre el ser y el quehacer del hombre.

A partir del análisis de las entrevistas realizadas surgen las siguientes categorías de análisis que permitieron distinguir y comparar las representaciones de los Pueblos Originarios.

Para los pueblos originarios Kolla y Guaraní de la provincia de Jujuy la muerte no es un punto final a la vida, sino todo lo contrario cada uno a su manera, lo considera como un continuar de la propia existencia.

Es por ello que inicialmente se plantean las ideas o sentimientos que despierta la muerte con el objetivo de identificar representaciones que surjan de las sensaciones y experiencias de los entrevistados de ambos pueblos originarios. La importancia de analizar las representaciones, no reside sólo en saber qué sienten o piensan los integrantes del pueblo kolla o los integrantes del pueblo Guaraní respecto de la muerte, sino qué permite recuperar los procesos en que esas representaciones han sido construidas, y los modos en que las mismas operan en sus vidas.

Entonces ¿Cuáles son las representaciones sociales que poseen dos grupos étnicos de la provincia de Jujuy acerca de la muerte? Una de las ideas predominantes, como resultado de esta investigación, es la percepción de la muerte como un pasaje. Podemos pensar que entender a la muerte, no como fin último sino como una etapa a superar, podría ser una forma de mitigar la conmoción que ocasiona.

Se podría considerar que esta forma de pensar, es también una manera de re-significar la muerte, ya que convierte a los sujetos en inmortales, por lo menos en su aspecto espiritual, ya que continúan viviendo en un más allá. Esto se da en ambos pueblos originarios aunque con algunas diferencias.

LA MUERTE COMO PASAJE - EL PASAJE EN SI

Al hablar de pasaje en ambos pueblos originarios, cada uno plantea el estado del alma después de la muerte según su continuidad, en el caso de los entrevistados del pueblo Guaraní, al ver la muerte como un pasaje a otra vida, la consideran desde una perspectiva un tanto pasiva, es decir como un “estar pasivo” del alma, que no llega a interferir en el mundo de los vivos, ya que después de la muerte la persona “descansa en paz”, pues ha concluido con la tarea que tenía en la tierra.

Pero a la vez al decir que el almita ya ha concluido su tarea y va a descansar en paz, no significa que para ellos el difunto corte definitivamente la relación que mantenía con sus seres queridos, sino todo lo contrario, el alma del pariente difunto, permanece y se hace presente como un espíritu protector, al cual la familia se encomienda y pide en su memoria la fortaleza para continuar con la tarea diaria.

Distinta es la mirada de pueblo Kolla que hace referencia a la situación del alma como un “continuar activo”, esto sería justamente todo lo contrario al pueblo Guaraní ya que el alma tiene la posibilidad de intervenir concretamente en el mundo de los vivos.

Desde el análisis del discurso de ambos pueblos originarios, tanto kolla como Guaraní, aparecen expresiones que manifiestan una clara idea de dualidad, pues al morir la persona, afirman que el alma se separa del cuerpo, pero a la vez podría distinguirse dos concepciones entre los pueblos originarios.

Al momento de hablar de la muerte de las personas, la percepción del pueblo Guaraní emparenta mas con un modo de ver la separación del espíritu del cuerpo desde una perspectiva Tomista, ya que si bien la persona al morir deja el cuerpo, esto no significa que el alma sigua actuando normalmente como si fuera libre del apremio del cuerpo material.

Distinta es la mirada de los entrevistados del pueblo kolla, que se refieren al muerto como quien, después de liberarse del cuerpo en la muerte, el alma continua actuando. Este modo de representar los espíritus de las personas muertas, coincide mas con una línea de pensamiento Platónico donde el alma se libera definitivamente de la prisión del cuerpo y es capaz de realizar todas las cosas que no podía por las limitaciones del cuerpo (materia).

La manera en que ambos pueblos originarios logran representar la dualidad entre el cuerpo y el alma, no es nada sencillo para cualquier persona, pero resulta interesante como en ambos grupos étnicos, desde sus particularidades y diferencias, se da con tanta naturalidad y claridad esta representación.

DIFICULTAD EN EL PASAJE

Ante la naturalidad con la cual manejan el tema, surge el planteo de que dicho pasaje no resulta algo mecánico o automático, ya que requiere el cumplimiento de ciertas pautas establecidas tanto en el pueblo kolla como en el pueblo Guaraní.

En el caso del pueblo kolla estas pautas están referidas por un lado a normas rituales que garantizan el pasaje del alma ya que de lo contrario podrían presentarse dificultades que impedirían el normal transito del alma a la otra vida.

Estas pautas que evitarían la dificultad del pasaje normal del alma, están en relación, por un lado al tratamiento del cuerpo por parte de los familiares directos, otro factor esta en relación a las excesivas demostraciones de afecto hacia el finado y por último a la propia preparación para la muerte, es decir que de esta preparación depende el hecho de que el alma del difunto quede o no aferrada a este mundo material.

En cuanto a la prohibición tratamiento del difunto por parte de los familiares directos, se entiende que ningún familiar debe participar de la preparación del cuerpo tanto para los ritos fúnebres, como para los ritos de despacho ya que ello podría ocasionar un desvío del tránsito del alma al más allá, puesto que podría ser interpretado por el alma, como una demostración afectiva que suscitaría en ella el deseo de quedarse.

En el caso de las demostraciones de afecto excesivas, se refiere a las manifestaciones de llanto y dolor exagerados ante el finado, esto provocaría el mismo resultado, el deseo del alma por quedarse a consolar a sus seres queridos que sufren por su partida terrenal.

Por otro lado los entrevistados del pueblo kolla expresaron que también es importante la preparación de la propia persona en vida, ya que ésta, sino supo ser desprendida de los valores materiales o afectivos, puede quedar aferrada a estos valores y al igual que en los otros casos, desviarse del tránsito a la otra vida.

Todo lo mencionado tiene relación con el hecho de considerar al alma del difunto como sujeto de deseo, es decir que inmediatamente después de producida la muerte, el alma puede sentir el deseo, tanto de posesión de objetos como de compañía de los vivos.

Representación que no se presenta en el discurso del pueblo Guaraní.

En cuanto al pueblo Guaraní al referirse a la muerte, consideran que esta es el pasaje del alma a un descanso eterno, como la persona en vida cumplió con la misión encomendada por Dios, lo que le espera al cruzar ese pasaje es el descanso.

Pero a la vez, al hablar del pasaje del alma, en el discurso de los entrevistados se distinguen algunas consideraciones que adquieren carácter de normas de prohibición. Las prohibiciones tienen que ver con el momento de despedir al difunto, una de las entrevistadas menciona que la preparación del cuerpo debe ser realizada por las comadres de la familia y no por los familiares directos, además menciona que el difunto debe llevar en el cajón algo de ropa que le perteneciera en vida. Otro hecho que menciona, es la despedida del ser querido realizada entre bailes y danzas propias del pueblo originario ya que para ellos es una alegría que el difunto haya concluido con su misión en la tierra y le toque un merecido descanso.

Estas prohibiciones rituales que mencionan los entrevistados Guaraní parecen contradecir su propio discurso ya que aparentemente dejan abierta la posibilidad de que las almas se manifiesten. Pero en realidad, los integrantes del pueblo Guaraní están seguros de que sus difuntos no ocasionan espantos o apariciones como ellos le llaman ya que ellos creen en la fuerza de la Palabra y el deseo de los vivos, que garantizan el descanso de sus difuntos, aunque no aseguran que ocurra lo mismo en los otros pueblos, es decir que marcan una barrera de identidad al momento de garantizar que en su entidad Guaraní esas cosas no suceden.

Otro punto que dejan entrever tanto los entrevistados del pueblo Guaraní como los del pueblo Kolla, es que todas las normas y los ritos que mantienen, fueron transmitidos de generación en generación, atribuyendo de esta manera gran importancia a la fuerza de la palabra y la tradición oral que se transmite en el ceno de sus familias.

EL ALMA COMO SUJETO DE DESEO

Ahora bien las sociedades construyen, según sus sistemas de valores y creencias, una interpretación cultural del fenómeno de la muerte reflejándolo en la actividad ritual. En este sentido los entrevistados del pueblo Kolla hicieron mención a los rituales de despacho y la espera de las almas el día de los fieles difuntos.

En cuanto al ritual del despacho lo más importante para el pueblo originario es reunir voluntades fuertes que puedan sobreponerse a la voluntad del alma que quiere quedarse, es decir sobreponer la voluntad de los vivos, al deseo del alma.

Para esta ceremonia ritual se recalca la participación y presencia de los otros, por la prohibición ritual a los familiares, es decir que quienes ofician esta ceremonia del despacho no tienen vínculo alguno con el alma a despachar.

En cuanto al día de los fieles difuntos, para el pueblo kolla, este viene a ser por excelencia el manifiesto de la comunicación entre vivos y muertos, ya que los familiares esperan el alma del difunto, ofreciéndole todo lo que en vida era apreciado por él.

Una de las entrevistadas comenta que para recibir a las almas, estas son invocadas para que participen de la comida que se les ha preparado. Esta queda servida hasta el día dos de noviembre después del medio día, donde se vuelve a rezar y pedir por el descanso de las almas.

De esta manera es que hay un inicio y un cierre en este ritual donde las almas deben permanecer un día para compartir lo preparado en la mesa de ofrendas, para luego regresar al cielo hasta el próximo año donde nuevamente se las esperara.

Es interesante como desde la propia sabiduría ancestral el pueblo Kolla, perpetua en el ceno de sus familias la importancia y seriedad del cumplimiento ritual, en este caso los relacionados con la muerte.

Es de recalcar la organización y la complejidad con la cual se oficia cada ritual, además de requerir personas que sean idóneas para llevar adelante el rito considerando que estas a la vez posean la capacidad natural de poder interpretar lo que ocurre en ese momento. Todo ello con el fin de garantizar el bienestar de la familia que de no llevarlo a cabo sufrirían consecuencias.

Se debe tener presente que no se trata que todas las personas al morir tienen dificultades para realizar el pasaje de la muerte a otro estado, sino que en algunos casos, cuando no se ha cumplido de manera apropiada las pautas del despacho al momento del funeral, se hace necesario realizar una ceremonia donde se reúna voluntades para despachar al alma aunque haya pasado el tiempo del novenario.

Además del despacho como ritual para asegurar el pasaje del alma a otro estado, el pueblo kolla desde su discurso, insiste fervorosamente en la oración para aquellas almas que por diferentes razones quedan atrapadas en el mundo de los vivos, ya que ellas no pueden liberarse solas necesitan de este medio para poder hacerlo. Este tema resulta interesante desde una perspectiva católica, en cuanto a la doctrina de la comunión de los Santos.

En cuanto al pueblo originario guaraní, la experiencia es diferente en su relación cotidiana con las almas de sus difuntos, podría decirse que es una unión espiritual la que mantienen, pero como se menciona en la investigación sin la intervención material del alma en el mundo de los vivos, ya que en vida la persona ha concluido con su tarea y su misión en este mundo, lo único que le queda después del arduo trabajo realizado en la vida es descansar en paz.

Desde la posibilidad de una vida celestial o espiritual, muchos de los entrevistados del pueblo Guaraní expresan que los seres queridos que han perdido adquieren otro status y se convierten en el espíritu protector a quien están dirigidas las oraciones. Los espíritus ahora protectores de la familia, son capaces de escuchar lo que se les diga, de atender los rezos, de estar presentes cuando llegue el final de la existencia de quienes los rodeaban y de reencontrarse con ellos, todas ideas que dan cuenta de la profunda religiosidad del pueblo originario, que encuentra sus paralelos en la doctrina oficial católica.

Este encuentro, delicado y profundo, de una religiosidad ancestral, con la religiosidad aprendida en el ceno de la iglesia, resulta digno de continuar estudiándose y podría también, resultar un aporte significativo para la vida eclesial jujeña y sus prácticas rituales.

PREPARAR EL VIAJE

Por último el pasaje a la vida celestial no es mecánico o automático y es por ello que requiere el cumplimiento de ciertas pautas, según comentaron quienes confiesan la religión católica en ambos pueblos originarios. Para éstos, en la vida terrenal se definirá lo que sucede después de la muerte de acuerdo al resultado de sus acciones.

Según sus expresiones, la evaluación de sus acciones se realiza mientras transite el paso de la muerte en la tierra, para que al momento de pasar a la otra vida, el cielo sea el destino seguro del alma.

Desde las creencias y percepciones que los pueblos originarios manifiestan sobre cómo prepararse para el pasaje a la otra vida, se destaca fuertemente en aquellos que confiesan la religión católica la moralidad como elemento que asegura y garantiza el destino del alma.

La muerte no significa despreciar la vida o huir de las tareas terrenas que nos exigen la construcción de un mundo más justo y más humano; sino asumir plenamente la vida y educarnos para ser mujeres y hombres para los demás. La vida es breve, el tiempo apremia y obliga a vivirlo conscientemente.

Conclusión

Las representaciones sociales no son homogéneas sino que varían según diferencias sociales y condiciones estructurales, por lo tanto no hay una única representación social de un objeto.

Las representaciones sociales son construidas a partir de los procesos de interacción y comunicación social, las conversaciones de la vida cotidiana, se cristalizan en prácticas sociales. En la naturaleza simbólica de las representaciones sociales quedan plasmados los aspectos sociales, culturales e históricos. En este sentido, la representación de la realidad una vez que está construida, existe independientemente de ese aspecto de la realidad que es representado.

Hasta aquí, se indagó desde una mirada antropológica las representaciones sociales acerca de la muerte en pueblos originarios de la provincia de Jujuy, considerando el lugar que ocupan en la vida cotidiana, la incidencia de la perspectiva religiosa y las rupturas o continuidades en su proceso de construcción.

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