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Discusión y conclusiones
Respecto a los resultados del primer objetivo “describir las características de personalidad
predominantes en los hombres del grupo XY”, los resultados del MIPS muestran que las
escalas que predominan en esta población son las Apertura, Modificación, Protección en
las Metas Motivacionales; Extraversión, Sensación, Reflexión, Afectividad, Sistematización
en los Modos Cognitivos; Comunicatividad, Firmeza, Conformismo y Concordancia en las
Relaciones Interpersonales. Se caracterizarían por ser personas optimistas respecto a su
vida, que buscan la satisfacción inmediata pudiendo ser estrategas en la forma de conseguir
lo que desean, son protectores de sus seres queridos, son realistas y pragmáticos respecto a
cómo interpretan el mundo, tienen en consideración sus propias afectos a la hora de emitir
juicios siendo racionales, suelen ser estructurados a la hora de conocer y actuar en la
realidad, y buscan la interacción y el reconocimiento de sus habilidades por parte del otro,
siendo hábiles en el trato social y simpáticos ante el público, aunque pueden ser tomados
como arrogantes y desconsiderados al creerse competentes y talentosos.
En este trabajo de investigación se encontraron diferencias respecto al trabajo de Aladzeme
(2014) realizado en la misma institución con los hombres que asistían en ese momento al
grupo. El grupo de hombres del XY del año 2019 mostró una mayor capacidad y aspectos
más positivos en características de personalidad que el de los 42 hombres del grupo XY en el
año 2014. Los del grupo XY del 2014 presentaron características de personalidad como la
dificultad de expresar sus emociones, dificultades en habilidades comunicativas y
dificultades para solucionar problemas, diferentes a las del grupo XY del 2019, aunque en
ambos está presente la impulsividad.
Al comparar los resultados obtenidos con otras investigaciones, se observa que respecto al
estudio de Landes (2003), que trabajó con un grupo de 25 hombres de Capital Federal y del
conurbano bonaerense imputados de violencia familiar y otro de hombres no imputados,
los resultados del MIPS del grupo de Jujuy con el grupo de imputados por violencia, las
escalas que coincidieron fueron de Modificación, Individualismo, Reflexión,
Comunicatividad y Firmeza. Por otra parte, al comparar el grupo XY con el de hombres no
imputados, los resultados difieren al encontrar en ellos la escala predominante
Acomodación.
Los resultados del trabajo de Arrigoni (2013) en donde aplicó el MIPS en un grupo de 38
hombres condenados por violencia de género en España, las escalas predominantes
coindicen con los del grupo XY siendo éstas: Apertura/Expansión, Modificación,
Adecuación/Acomodación, Protección, Extraversión, Sensación, Sentimiento/Afectividad,
Sistematización, Sociabilidad/Comunicatividad, Decisión/Firmeza, Conformismo,
Sometimiento/Sumisión y Aquiescencia/Concordancia.
Los resultados difieren del grupo estudiado en España de Fernández-Montalvo y Echeburúa
(2008) constituido por 76 hombres judicializados por un delito grave de violencia contra la
Teniendo en cuenta la clasificación de Gottman et al. (Citado en Amor y Echeburúa, 2009) a
los hombres del XY se los podría agrupar en los maltratadores tipo Pitbull. Siendo estos
hombres impulsivos y con dificultades para expresar sus emociones, llegando a tener
explosiones de ira hacia la pareja. Esto se aprecia en los motivos por los cuales, la mayoría,
asiste al grupo por pedido del juez debido a las causas penales de violencia de género que
presentan. A su vez se vinculan con ella de forma dependiente e insegura, buscando
mantenerla en su control manifestando conductas pasivo-agresivas.
El segundo objetivo “describir las características sociodemográficas del grupo de hombres
antes mencionados”, los hombres del grupo XY rondan una edad entre 31 a 60 años. De este
grupo, la mayoría llegó a un nivel de instrucción escolar de secundaria y una minoría ellos,
alcanzó estudios superiores. La mayoría de ellos tienen como ocupación el
Autoempleo/Trabaja por su cuenta y su estado civil es Soltero. Respecto a la Composición
del hogar paterno/materno, el tipo que más se repite entre estos hombres es de un hogar
con Ambos padres y otros familiares. Un gran número de ellos son el Principal sostén
Estos sujetos entrarían en la tipología de hombres Maltratadores en el Ámbito Familiar
(Holtworth-Munroe y Stuart, citado en Amor y Echeburúa, 2009), siendo violentos
fundamentalmente en el hogar con su pareja e hijos, aunque de menor frecuencia y
gravedad que de otros grupos, ejerciendo violencia física y psicológica, pero es muy poco
probable que ejerzan violencia sexual. Pueden presentarse rasgos de personalidad de tipo
dependiente y obsesiva, es decir son personas que suelen arrepentirse después del
episodio violento.
pareja. Mientras que en el grupo español los hombres evidencian una excesiva
dependencia emocional, como también obsesividad y la atribución sistemática de los males
propios a otras personas y la presencia de al menos un trastorno de personalidad (trastorno
obsesivo compulsivo, trastorno dependiente de la personalidad, trastorno paranoide,
rasgos psicopáticos). En el grupo jujeño se evidencia en la forma de relación interpersonal
una necesidad de ser reconocidos, valorados y agradarles a las personas del entorno de la
cual depende su autoestima, pero difieren del grupo español al reflexionar sobre sus actos
siendo responsables de estos y no se presentan trastornos de la personalidad.
Se evidencian en estos hombres las características generales de los agresores planteadas
por Corsi y Amato (citado en Montas, 2011). Está presente, en cierto grado, la tendencia a
intelectualizar las situaciones que les ocurren, aunque sí reconocen sus emociones frente a
esto. Buscan el éxito y el reconocimiento de los demás llegando a ser competitivos. Se
presentan con una doble fachada respecto a cómo se muestran a las personas fuera del
ámbito familiar tratando de agradar al otro. En menor grado, aparece el deseo de control,
como también la dependencia emocional hacia sus seres queridos. Llegaron a manifestar
violencia hacia la pareja en forma de manipulación y chantaje, como parte de la violencia
psicológica.