NUEVAS PROPUESTAS, REVISTA DE LA UCSE

Nro.60 - JULIO 2023

4. Puesta en valor turístico - recreativo, de eventos culturales realizados comunitariamente, sustentados a partir de un legado y patrimonio sociocultural. El caso de la localidad de Humboldt

Docentes de la Licenciatura en Turismo UCSE DAR

 Marcela Girolimetto

Facundo Nos

 

Resumen

La caracterización del valor turístico-recreativo de los eventos culturales que se realizan en una comunidad teniendo como punto de partida su legado sociocultural, implica abordar un proceso de investigación complejo desde lo metodológico, atento la singularidad que requiere la construcción empírica del objeto de estudio propuesto. En el presente artículo se exponen los resultados de una investigación con nivel exploratorio descriptivo, bajo principios del paradigma sociocrítico y enfoque metodológico mixto (cuali y cuantitativo), que incorpora como caso de estudio, la voz de los habitantes de la comunidad de Humboldt (Pcia. de Santa Fe – Argentina), sus experiencias, reflexiones, pensamientos, tal como son expresadas espontáneamente por ellos mismos. Los resultados destacan la vigencia y constante puesta en valor de la impronta legada culturalmente durante más de 152 años, por un pueblo que al momento de la realización de esta publicación cuenta con 5000 habitantes. Las características del tipo de eventos que se realizan en la comunidad, al estar dotadas y enraizadas de y en ese añoso patrimonio cultural intangible, permite afirmar hipotéticamente que es posible y positivo valorar turísticamente el legado sociocultural de una comunidad y pensar a futuro en estrategias de desarrollo turístico, que hasta el momento no está visibilizadas. Una de las alternativas como objetivo extrínseco resultante de la presente investigación y que la justifica, es pensar en un plan de promoción turística, cuya relevancia y singularidad radica en las cualidades y manifestaciones materiales e inmateriales de acervo socio cultural, que las sustenta.

Palabras clave: Valor turístico recreativo, eventos culturales comunitarios, legado y patrimonio sociocultural.

Abstract

 The characterization of the touristic-recreational value of cultural events held within a community, starting from its sociocultural legacy, involves tackling a complex research process from a methodological perspective. This empirical construction of the proposed study object requires careful attention to its uniqueness. In this article, we present the results of an exploratory-descriptive research conducted under the principles of the sociocritical paradigm and a mixed methodological approach (combining qualitative and quantitative methods). The study focuses on the voice of the inhabitants of Humboldt, a community in the province of Santa Fe, Argentina. Their experiences, reflections, and thoughts are expressed spontaneously. The findings highlight the enduring and consistent appreciation of the culturally inherited legacy, spanning over 152 years in a town currently inhabited by 5,000 people. The events organized within the community, deeply rooted in this intangible cultural heritage, hypothetically allow for the positive evaluation of the sociocultural legacy from a tourism perspective. Furthermore, considering strategies for future tourism development—which have remained largely unseen thus far—could be an extrinsic objective resulting from this research. A potential avenue is the formulation of a tourism promotion plan, emphasizing the unique qualities and both material and immaterial manifestations of this socio-cultural heritage.

Keywords: Recreational tourism value, community cultural events, legacy and sociocultural heritage.

 

Introducción

Un sentido conceptual general acerca de lo que podemos comprender como legado sociocultural (en este caso el pertinente a la inmigración suizo-alemana en la provincia de Santa Fe) implica considerar la fuerte identificación que tiene un grupo social respecto de sus orígenes que se traducen en una serie de acciones culturales, sociales e institucionales. Quedan impresos de este modo con un alto grado de cohesión y adherencia social muchas de las representaciones cívico-institucionales que caracterizan socialmente a la localidad que nos ocupa.

Particularmente para el objetivo planteado y caso investigado, la frecuencia y tipos de realización de actividades por parte de Instituciones que representan a las comunidades suizas y alemanas de la localidad de Humboldt, permiten relacionarlas a sus costumbres, hábitos y tradiciones, que aún perpetúan en el tiempo y como tales, no solo tienen y adquieren un alto impacto a nivel comunitario local, sino también provincial y regional. ¿Todo ello podría abonar propuestas de desarrollo turístico cultural?

El turismo, desde un abordaje crítico, es más que un simple desplazamiento físico entre dos lugares, es ante todo una práctica social, con implicancias territoriales específicas. (Urry, 1996)

De esta manera, no se concibe pensar la práctica turística en forma independiente o desligada de los contextos sociales concretos en los cuales se lleva a cabo y, al mismo tiempo, en los cuales define sus especificidades.

Es por ello, que la focalización de una investigación que apunte a visibilizar empíricamente las características y potencial del valor turístico de eventos sustentados a partir del legado sociocultural de una comunidad nos remita a abordar sus recursos y patrones autóctonos: artísticos, multiculturales, religiosos, turismo, fiestas populares, literatura, música, cultura e identidad. Dichos patrones son ahora objeto de análisis para poder ponerlos en valor a los efectos del turismo.

La “germaneidad” como patrón social

La misma línea de investigación[1] que precede a la presente, nos permite evocar que los primeros inmigrantes llegados hace 152 años, al terruño hoy configurado y denominado Humboldt se aferraron a la tierra para la producción de cereales. Así fueron forjando una identidad propia, que definimos en la investigación próxima pasada referenciada como “germaneidad”, un proceso de construcción y deconstrucción social que conllevo a la adecuación de hábitos y costumbres a la nueva tierra. Dicha germaneidad, coloca el derecho de la sangre como determinante de la nacionalidad por sobre el Estado y la ciudadanía, (Seifert) y de este modo en el caso de Humboldt, los inmigrantes lograron mantener su hábitus, por lo tanto, esa tierra es su patria. En “esta patria”, han desarrollado modos de vida, donde los patrones sociales se han perpetuado en el tiempo.

Acerca del Patrimonio Cultural

Para la UNESCO, la noción de patrimonio es importante para la cultura y el futuro porque constituye el “potencial cultural” de las sociedades contemporáneas, contribuye a la revalorización continua de las culturas y de las identidades y es un vehículo importante para la transmisión de experiencias, aptitudes y conocimientos entre las generaciones. Además, el patrimonio es fuente de inspiración para la creatividad y la innovación que generan productos culturales contemporáneos y futuros. Puede también enriquecer el capital social y conformar un sentido de pertenencia, individual y colectivo que ayuda a mantener la cohesión social y territorial[2]. Por otra parte, el patrimonio cultural ha adquirido una gran importancia económica para el sector del turismo en muchos países. Esto también genera nuevos retos para su conservación.

Hacemos referencia en este sentido, al patrimonio tangible, que es acervo histórico fundamental para la identidad y memoria de la sociedad. La preservación de estos valores y bienes culturales es esencial para garantizar la transmisión de costumbres y valores, promover la cohesión social y enfrentar la homogenización (Maria Emilia Chaparro. Enero 2018)[3].

Sin embargo, es el patrimonio cultural intangible, o patrimonio vivo, el que hace referencia a las practicas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación el cual profundizaremos conforme a esta variable de análisis local. Y dicho patrimonio, puede ser definido como el conjunto de elementos sin sustancia física, o formas de conductas que proceden de una cultura tradicional. Una cultura y a su vez una identidad, a la cual hemos hecho referencia en nuestro trabajo anterior, donde concluimos que más allá de la existencia de otras identidades, la suiza alemana es la que fuertemente atraviesa a los habitantes de la localidad de Humboldt.

Humboldt, conforme a su origen e identidad y pueblo fundado fundamentalmente por suizos y alemanes, atesora un invaluable patrimonio que es el legado cultural recibido de sus primeros habitantes, que forjaron un pasado, que se vivencia en el presente y que seguramente será transmitido, como lo viene haciendo a futuras generaciones.

Dicho patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos que pueden atesorarse en un museo. Comprende también expresiones vivas heredadas de sus antepasados, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.

Pese a su fragilidad, el patrimonio cultural inmaterial o patrimonio vivo, es un importante factor del mantenimiento de la diversidad cultural.

Cuando la Unesco hace referencia al patrimonio (precitado), expresa que es importante preservarlo para las generaciones futuras. Esa preservación, nos hace sentir que pertenecemos a algo, a una tradición, a un modo de vida. Puede tratarse de objetos, construcciones edilicias, cantos o relatos.

Cualquiera sea la forma que adopte estas cosas, son parte del patrimonio y ese patrimonio exige que nos empeñemos activamente en salvaguardarlo. El contenido del “patrimonio cultural” ha cambiado bastante y en dicho cambio, se incorporaron cada vez con más fuerza las tradiciones o expresiones vivas heredades de nuestros antepasados como por ejemplo las tradiciones orales, tradiciones artísticas, actos festivos, etc.

La UNESCO es el único organismo especializado de Las Naciones Unidad cuyo mandato trata específicamente de la cultura, y ayuda a concebir y aplicar medidas para salvaguardar efectivamente el patrimonio cultural. Entre ellas, la adopción de la Convención para la Salvaguarda del patrimonio Cultural Inmaterial.

Dicho patrimonio Cultural Inmaterial, es un factor de fundamental importancia para el mantenimiento de la diversidad cultural, frente al creciente avance global y la homogeneización cultural. En la actualidad el proceso de globalización ha generado, por un lado, nuevas identidades como resultado de la apertura de fronteras y por otro, la reivindicación de lo propio, por parte de ciertos grupos que se resisten a abandonar su cultura. Los Estados–nación enfrentan un gran desafío: la búsqueda de mecanismos a través de los cuales puedan convivir con esquemas simbólico–culturales diferentes y hasta contradictorios.

Por todo ello, es fundamental que las comunidades comprendan la importancia del valor cultural de la sociedad a la cual pertenecen. A su vez, su importancia, no solo se limita a la manifestación cultural en sí misma, sino al acervo de conocimientos que se transmiten de generación en generación.

El patrimonio cultural inmaterial es: tradicional, contemporáneo y viviente a un mismo tiempo. No solo incluye tradiciones heredades del pasado, sino también, usos contemporáneos característicos de la diversidad grupal existente.

Integrador: cuando compartimos expresiones del patrimonio cultural inmaterial, que son parecidas a las de otros. Por ejemplo, con pueblos vecinos, pueblos hermanados con los lugares originarios de donde partieron los inmigrantes que llegaron a esas tierras, diferentes asociaciones de diferentes orígenes, etc.

Representativo: pues no se valora simplemente como un bien cultural, ya que florece en las comunidades y depende de aquellos conocimientos de las tradiciones que se transmiten al resto de la comunidad, de generación en generación y a su vez, se replican en otras comunidades.

Basado en la comunidad: es decir, el patrimonio cultural, solo puede serlo si es reconocido como tal por la comunidad, grupos o individuos que lo crean, mantienen y transmiten. Teniendo en cuenta estos aspectos y como ocurre en la cultura en general, el patrimonio inmaterial cambia y evoluciona constantemente y cada nueva generación lo enriquece. Tal como lo analizamos en nuestro trabajo anterior[4], muchas expresiones y manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial, están amenazadas por la globalización y la homogeneización, y también, por la falta de apoyo, aprecio y comprensión de quienes localmente se espera lo hagan. Si no se retroalimenta, podría perderse o quedar relegado al pasado. Su preservación y transmisión a las futuras generaciones lo refuerza y mantiene vivo, al tiempo que cambia y se adapta.

Para ello, es necesario que dicho patrimonio siga siendo pertinente para la cultura e identidad local y a la vez, ser practicado y aprendido regularmente en la comunidad para asegurar, de algún modo su transmisión.

En otras palabras, la salvaguarda, se centra en los procesos inherentes a la transmisión o comunicación del patrimonio, de una generación a otra y no tanto en la manifestación concreta, como puede ser un baile, una canción entre otras cosas. Salvaguardar significa velar porque siga siendo parte activa de la vida de las generaciones presentas y se trasmita a las venideras.

Así, se asegura la viabilidad del patrimonio y su continua recreación y transmisión. La salvaguarda, a su vez, está presente no solo en la identificación, sino también en todo aquello que se pueda documentar, investigar, preservar, promocionar y mejorar. Ello, a su vez, puede ser un importante motor de desarrollo económico, que, puede ser viabilizado a través del turismo.

Patrimonio inmaterial y turismo

Según lo sostenido por Mercedes Millan Escriche de la Escuela de Turismo de Murcia, España, las nuevas oportunidades turísticas siempre que se lleven a cabo bajo la preservación del patrimonio y su entorno, es una responsabilidad que asumen quienes tienen en sus manos la gestión de recursos y espacios que, a su vez, una vez integrados a la oferta turística, se ven involucrados en la adquisición de una funcionalidad adicional a la suya tradicional, sin estar en ocasiones preparados para ello.

Esto hace referencia concreta a las actividades que llevan a cabo las Instituciones de la localidad, pues sus actividades, no se encuentran integradas a una oferta turística, sin embargo, las mismas tienen un muy interesante potencial al respecto.

Volviendo al turismo en sí, en los últimos tiempos se ha convertido en uno de los más importantes vehículos de intercambio cultural, por ello, su implementación debería generar oportunidades bien gestionadas de desarrollo para proporcionar a quienes accedan a las mismas la experimentación y comprensión inmediata de la cultura y del patrimonio local. Por eso, debe comprender todo aquello relacionado con los modos de vida, rituales y costumbres.

Consideramos, además, que la clave está en analizar la naturaleza de la demanda del producto turístico cultural y realizar un estudio de mercado en el que se puedan conocer las preferencias de los visitantes, sus motivaciones para demandar la oferta, así como también proporcionarles una preparación previa, histórica, que, en este caso, tiene que ver con el legado sociocultural de la comunidad (localidad).

No solo poner la mirada en las actividades más importantes que se llevan a cabo y que están relacionadas básicamente con eventos gastronómicos, sino que se debe integrar al mismo la historia, la cultura de la localidad. Esto conlleva un potencial natural que enriquece la experiencia del visitante, estableciendo una conexión directa con el espacio, su gente, su cultura y su patrimonio. En síntesis, lo que importa resaltares la identidad local y su alcance: conocer y aprender, comer, degustar y disfrutar de la cultura gastronómica ya que no se puede hablar de turismo gastronómico sin hablar de identidad culinaria de la tradición local como elemento de diferenciación bajo una perspectiva holística integradora.

El patrimonio gastronómico en perspectiva turística

Los primeros inmigrantes, llegados a la colonia (Humboldt), plasmaron en este nuevo espacio territorial, su idiosincrasia: su cultura, sus costumbres y tradiciones. Se aferraron fuertemente a las mismas, atesorando los recuerdos de su tierra natal. Guardando en su imaginario aquello que los diferenciaba, que los hacia identitarios. Su tesoro. Así, surgieron pautas culturales y sociales, que permitieron expresar la identidad gastronómica, entre otras, en este lugar en particular.

” La cocina es sin dudas una de las fuentes, más ricas de las tradiciones y es por eso que frecuentemente los turistas recuerdan tanto o más el alimento consumido que el lugar visitado. En este contexto, la capitalización turística del patrimonio alimentario es la clave de unas vacaciones memorables. Así, el alimento y la gastronomía local tienen un lugar junto a los museos, monumentos y otros recursos patrimoniales tangibles”. (Barrera, 2006:5)[5]

El turismo gastronómico, es una de las modalidades en constante crecimiento, ocupa un significativo porcentaje del gasto medio por turista, y cada vez más, crece el número de personas que acuden a un destino particular para degustar y conocer su oferta gastronómica y seguramente como señalan algunos especialistas en el tema, “se recuerde un lugar, primero por lo que se comió y segundo por lo que sevio” (Ricolfe, 2008:190). Este autor destaca un turismo cada vez más interesado en participar activamente y conocer la cultura del lugar, logrando así una experiencia única diferente en su totalidad a lo que se acostumbra cotidianamente.

De este modo, se puede definir al turismo gastronómico como: “la visita a productores primarios y secundarios de alimentos, participación en festivales gastronómicos y búsqueda de restaurantes o lugares específicos donde la degustación de alimentos y toda experiencia inherente es la razón principal para viajar.” (Hall y Mitchell, 2002 en Oliveira 2011: 741).

Esta definición, permite diferenciar a aquellos turistas que se alimentan por el solo hecho de estar fuera de su residencia habitual, de aquellos cuya selección del destino se relaciona directamente con la gastronomía, la identidad cultural y el sentido de pertenencia.

Hasta el momento, nuestro país no cuenta con información cualitativa ni cuantitativa sobre el perfil de mercado orientado al turismo gastronómico. Sin embargo, existe un antecedente realizado por la secretaria de Turismo de la Nación, en el cual se analiza el perfil del visitante gastronómico, residente en argentina y el extranjero que llegaba al norte del país. A pesar de que el informe se basa en solo una región del país, se considera útil como información fiel a partir de la demanda turística nacional en el segmento gastronómico[6].

Motivaciones para el desplazamiento del turista y la “patrimonialización”

Dentro de las actividades que motivan el desplazamiento del turista al destino elegido, están las rutas gastronómicas, visitas guiadas a la localidad, eventos programados por Instituciones, donde se muestra en todos sus aspectos el legado sociocultural12.Por lo tanto, motivaciones culturales e interpersonales, despiertan el interés de las personas, al momento de elegir un destino[7], y en él, diferentes eventos que se repiten generacionalmente. En este caso, son las Instituciones organizadoras, constructoras y transmisoras del patrimonio, que, según Bustos Cara (2004) [8]:

 “se refiere a un proceso social incentivado por las condiciones actuales derivadas tanto de ciertas tendencias globales y de homogenización que contrariamente impulsa a buscar las raíces individuales” Siguiendo la línea de pensamiento de este autor, expresa que la patrimonialización es “un proceso voluntario de incorporación de valores socialmente construidos, contenidos en el espacio-tiempo de una sociedad particular, que podemos denominarlo patrimonialización y forma parte de los procesos de territorialización que están en la base de la relación entre territorio y cultura. La apropiación y valorización como acción selectiva, individual o colectiva, se expresa en acciones concretas que permiten construir referencias identitarias durables.” (Bustos Cara 2004:18).

En este sentido, coincidimos que patrimonializar supone activar un determinado elemento potencialmente patrimonial. Elementos preexistentes que se mantienen en el tiempo y se asumen colectivamente como tradicionales con significados netamente culturales.

Identidad e “integración comunicativa”

Retomando algunos conceptos plasmados en investigación precitada (Girolimetto-Nos, 2021) respecto de la identidad, expresábamos: “la identidad colectiva que suponía la imposición y transmisión de los rasgos culturales de un grupo, en el contexto social actual, en donde los sujetos están adscritos a diversos grupos, la construcción del sentido de pertenencia se dificulta, ya que los sujetos a través de sus múltiples interacciones cotidianas van seleccionando los diferentes aspectos culturales que responden a sus intereses y aspiraciones personales, así como a las exigencias sociales; de tal manera que la identidad colectiva se convierte en una construcción subjetiva y cambiante.”

Uno de los efectos sociales de la modernización es, sin duda, la transformación del proceso a través del cual los sujetos se vinculan con el grupo al que pertenecen. En efecto, la identidad colectiva que suponía la imposición y transmisión de los rasgos culturales de un grupo, en el contexto social actual, en donde los sujetos están adscritos a diversos grupos, la construcción del sentido de pertenencia se dificulta, ya que los sujetos a través de sus múltiples interacciones cotidianas van seleccionando los diferentes aspectos culturales que responden a sus intereses y aspiraciones personales, así como a las exigencias sociales; de tal manera que la identidad colectiva se convierte en una construcción subjetiva y cambiante.

“La identidad cultural de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias (...) Un rasgo propio de estos elementos de identidad cultural essu carácter inmaterial y anónimo, pues son producto de la colectividad” (GonzálezVaras, 2000: 43).

De este modo, consideramos a la cultura como un sistema de creencias, valores, normas, símbolos y prácticas colectivas aprendidas y compartidas por los miembros de una colectividad, que constituyen el marco de sus relaciones sociales. Decir que la cultura es un sistema de creencias, valores y normas implica que los miembros de cada sociedad generan un conjunto de máximas, a partir de las cuales dan sentido a sus acciones e interpretan los acontecimientos de la vida diaria; de ahí que se diga que la cultura es “el medio en el cual los individuos se forman y del cual extraen las claves y contenidos explicativos así como el instrumental descodificador, interpretativo y valorativo que les permite interactuar con el resto de las personas que integran o comparten tal cultura"(Piqueras, 1996: 108).

Socialmente, en la localidad que nos ocupa como caso (Humboldt), se dio el proceso que se conoce como “integración comunicativa,” que corresponde a las sociedades  modernas, en donde la marcada especialización trae consigo una diversidad de espacios sociales y culturales y una ruptura de creencias; la identidad colectiva se presenta en forma cada vez más abstracta y universal, de tal manera que las normas, imágenes y valores ya no pueden ser adquiridas por medio de la tradición, sino por medio de la interacción comunicativa. En este sentido, es necesario un papel activo de parte de los individuos, de eso depende que se identifiquen con su grupo.

La identidad colectiva hoy sólo es posible en forma reflexiva, de modo tal que esté fundamentada en la conciencia de oportunidades generales e iguales de participación en aquellos procesos de comunicación, en los cuales tiene lugar la formación de identidad en cuanto proceso continuado de aprendizaje (Habermas, 1987)[9]. Por eso, la identidad como proceso social complejo, se verifica en este caso a partir de la interacción, en el ámbito relacional donde las distintas identidades consensuan, se reconocen y terminan de conformar y se enfrentan a la aceptación o rechazo. (Piqueras, 1996: 271)[10].

De ello, lo que identifica a la comunidad, no son sus rasgos culturales objetivos, sino los que cada miembro selecciona, a través de la percepción subjetiva que hace de estos. Por eso, no basta con pertenecer a cierto grupo para identificarse con él. El concepto de germaneidad, determina la existencia objetiva y subjetiva de una determinada configuración cultural. Porque la identidad, hace referencia a las raíces que dan sustento y sentido de pertenencia, y para ello existe un espacio local donde se fijan dichas raíces.

Material y métodos

El proceso sincrónico de investigación realizado se encuentra enmarcado dentro de los principios teóricos del paradigma socio crítico y abordaje focalizado en elementos cualitativos y cuantitativos (triangulación metodológica). Adopta un nivel exploratorio, descriptivo, en tanto cultural que trasciende en el tiempo, a partir de un legado sociocultural comunitario.

Técnicamente en el diseño y ejecución de la recolección de información se tuvo en cuenta una unidad reflexiva intentando entrelazar lo teórico con lo empírico, ya que lo primero refiere a la fundamentación, y lo segundo en la experiencia empírica, intentando una complementación e interacción constante.

De tal forma en el marco de las actividades metodológicas se llevaron a cabo:

·         Recopilación, análisis e interpretación de bibliografía general y especifica.

·         Recopilación de antecedentes y documentos históricos referidos al caso de estudio.

·         Elaboración, realización y análisis de entrevistas.

·         Elaboración de cartografía, gráficos, cuadros para ilustrar los resultados.

·         Elaboración de encuestas.

La metodología responde a un enfoque flexible, haciendo permisible la incorporación de lo que los sujetos dicen, siente, visibilizando como reconstruyen sus experiencias, reflexiones, pensamientos, tal como lo expresan ellos mismos, espontáneamente. Esto se relaciona con lo que tiene relación con lo que Olabuenaga (1996), explicita acercade que “el investigador define su problema como el sondeador que busca agua, gas o petróleo, y decide el punto de perforación para iniciar su búsqueda.” (Ruiz 1966,54). Esta mirada, permite “un escenario desde una perspectiva holística, donde las personas, los escenarios o los grupos no son reducidos a variables, sino, considerados como un todo.” (Perez 1998,49).

De la manera precitada, las unidades de análisis fueron autoridades del gobierno comunal, representantes de instituciones intermedias de gestión pública y privadas de la localidad de Humboldt, representantes de organizaciones no gubernamentales vinculadas o vinculables al objeto de estudio planteado.

Análisis e interpretación de resultados

Las notas registradas en el cuaderno de ruta fueron imprescindibles durante el análisis de la información para la construcción de datos a partir de la información obtenida de los entrevistados.

Entre la información manifiesta de los entrevistados, inductivamente procesada, se destacan una serie de actividades que configuran y permiten visibilizar empíricamente ese valor turístico recreativo con fuerte base socio cultural, planteado como objeto de estudio.

Entre ellas: . . . a lo largo del año, llevan a cabo distintas actividades en la Casa Alemana, como la enseñanza del idioma alemán”. A su vez, se auspician encuentros y actividades en la Casa Institucional, relacionadas con todo lo concerniente a cultura, idioma y gastronomía de la Alemania de nuestros antepasados y de la Alemania actual.

Respecto de los concurrentes a los eventos: es muy dispar la cantidad de participantes, dependiendo del evento en sí. Por ejemplo, en el patio de verano, que se realiza durante diciembre, enero y febrero, una vez al mes, viernes y sábados, se preparan platos para aproximadamente 130 comensales por noche. En tanto que para el Gran Gulash, cena que se realiza también anualmente en la localidad, la capacidad de recepción en un salón alquilado es para 500 personas.

Manifiesta además el presidente comunal ”un notable interés en el fomento de hotelería en general para alojar a los visitantes, que de hecho, son muchos, de la zona y diferentes provincias de nuestro país. Por otro lado, se propicia fomentar cursos de capacitación orientados en turismo para jóvenes que acompañen a los visitantes a los diferentes sectores que hay en la localidad: asociaciones, iglesias, museo, solares, plazas, parques, edificios, biblioteca, campiña, tambos, establecimientos agropecuarios, etc.

Ante la consulta de pensar en la posibilidad de asignarle valor turístico a las múltiples actividades que realizan las Instituciones de la localidad que atraen visitantes de diversos lugares del país se manifiesta que “Humboldt, tiene muchos atractivos que devienen de su fuerte legado sociocultural y que a partir de las Instituciones que replican dicho legado, se puede imprimir un valor turístico a las mismas, sería un impulso positivo para la localidad.

En este sentido, se comprometió a llamar a las instituciones a los efectos de conocerlas fechas en las cuales se programarán los eventos a lo largo del año, que no existan superposiciones y de este modo, poder promocionar oficialmente los eventos, no solo a nivel local, sino también poner en conocimiento las mismas en los Ministerios de Cultura y Turismo de la Provincia. Considero que este accionar, sería el inicio de una serie de tratativas a los efectos de gestionar subsidios y apoyo a las diferentes Instituciones que transmiten el legado de manera sostenida a lo largo del tiempo.

Cabe destacar, que Humboldt, presenta hermanamientos con Dittelsheim-Hessloch, ciudad de Alemania, Birmesnstorf y Sankt Niklaus en Suiza. Estos vínculos, generan intercambios culturales entre las diferentes localidades y fortalecen la identidad de nuestra comunidad, por lo tanto, desde la gestión comunal, se sostienen estos acuerdos para mantenerlos activos en el tiempo. Se observa que la localidad cuenta con una plazoleta “Alexander von Humboldt”, inaugurada como parte de los festejos correspondientes a los 150 años de la localidad. Es interesante destacar, que dicho espacio, cuenta en uno de sus vértices con una rosa de los vientos y un mapamundi que recrea el viaje de Alexander Humboldt hacia Sudamérica. Y en la otra esquinase observa una fuente con dos chorros que simbolizan la unión entre los pueblos.

Si bien, no se obtuvo respuesta en tiempo y forma de parte de una de las instituciones encuestadas, documentalmente se rescata la información de una actividad realizada a lo largo del año, denominada: Mercadillo en la Plaza. Este Mercadillo es común y tradicionalmente realizado en Suiza y países del centro oeste europeo. Humboldt, lo reedita todos los diciembres, en vísperas a las festividades navideñas, bajo el incentivo de la Asociación Suiza, que convoca a diferentes artesanos y artesanas de la localidad a ofrecer sus productos. Entre ellas, Schweizer Varein Wallis: “las dulzuras de la abuela”.

En octubre se organiza la Tarde de Puerta Abierta, donde se pueden degustar masas y dulces típicos de la madre patria. Jornadas Nacionales de Suiza en Argentina: evento llevado a cabo en la localidad, que nucleó a la Federación de Asociaciones Suizas.

Las asociaciones suizas, alemana e italiana, deben su origen al proceso inmigratorio que se efectivizó en la zona a partir de 1850. Desde ese entonces, a modo de seguir las tradiciones, los grupos se unen, se organizan y conforman entidades propias cuyo principal objetivo es la transmisión cultural. Pero es a partir del año 2000, aproximadamente, donde se vuelven a reorganizar, obtener personería jurídica, y comenzar a trabajar institucionalmente en función de su acervo cultural.

De esta forma, se descubre la producción de un considerable aumento de eventos donde se revaloriza sobre todo el patrimonio gastronómico y cultural de las entidades organizadoras de aquellos.

Dicha actividad, adquiere relevancia tanto para los residentes como para los visitantes de pueblos vecinos, que a su vez pertenecen a asociaciones locales, como así también de otras localidades de la región y de otras provincias que se sienten atraídos por la oferta cultural que ofrece la localidad.

Es muy importante reconocer lo que resignifica el potencial que representa la gastronomía como patrimonio cultural inmaterial, por lo que es una actividad cargada de identidad, tradicionalidad y autenticidad representativa de pueblos y naciones. Incluir la gastronomía dentro del patrimonio cultural inmaterial, no es un simple hecho alimentario, pues acompaña a todas las actividades culturales que se llevan a cabo conjuntamente, ya sean estas musicales o artísticas de distinta índole. Es decir, el agregado identitario y cultural. Y esto es precisamente lo que ofrece la localidad a los visitantes que llegan a lo largo del año y a los propios habitantes que se suman a dichas propuestas.

Graff (2017) sostiene que la cocina es el medio ideal para materializar las tradiciones. Allí se revalorizan recetas típicas y asegura, que los visitantes, recorren largas distancias para degustar y apreciar la tradición cultural.

Así tenemos platos tales como: De parte de la Unión alemana: Gulasch: este año, se realizó la 17 edición. Es un plato muy popular en toda Centroeuropa por supuesto en Alemania. Sus principales ingredientes son carne vacuna, cebolla, manteca, paprika y panceta ahumada. Su origen es ancestral, alimento de los pastores y luego difundido a toda Europa por los regimientos militares.

Apfelstrudel: como muchos de los platos que se han perpetrado en el tiempo, provienen de las cocinas más humildes. Su origen puede ser del 1450 y se fue perfeccionando en generaciones posteriores. Es un típico plato alema.

Strudel: remolino. Esto nos dice, es un arrollado de manzanas con una masa muy fina que en su interior junto a las manzanas le dan un magnífico sabor las nueces, pasas de uva, miel y canela.

Gluwein: es una bebida altamente reconfortante en épocas de frio. Tradicional en el invierno alemán y europeo. Es a base de vino tinto, naranjas y especias como cardamomo, clavo de olor canela y anís. Se consume con algo de azúcar y a una temperatura de 60°.

Torta Alemana: esta torta de la zona de “las colonias” no se encontrará en Alemania ya que su origen se remonta a la época de la migración alemana a estas tierras. Ellos trabajaron una receta humilde a base de una masa de levadura y una cobertura de manteca y azúcar. Y es en la cobertura donde está la variante. Aquí comenzó a abundar la crema de leche y así como se la conoce hoy, mucha crema de leche y azúcar.

Chucrut con salchichas alemanas. Todos estos platos y bebidas se dan dentro de un marco festivo: trajes típicos, música y bailes.

Conclusiones y reflexiones finales

El legado sociocultural de la localidad de Humboldt aporta a sus ciudadanos una riqueza histórica, cultural que se ha transmitido de generación en generación, donde las instituciones aportan a través de las actividades que realizan, una continuidad en el tiempo de aquellas costumbres y tradiciones traídas por los primeros colonos que se afincaron en estas tierras. Una historia muy rica, un acervo cultural perpetuado en el tiempo, hacen de la localidad de Humboldt, un pueblo con características muy particulares que identifica a sus habitantes, en cuanto a usos, costumbres y tradiciones, ligada a un pasado común que conserva valores y costumbres que forman parte de su identidad.

Se destaca la impronta cultural que se mantiene vigente a pesar del paso de los años,152 ya de su fundación, y el importante legado patrimonial, material e inmaterial. Humboldt es una localidad que alcanza los 5000 habitantes, donde sus Instituciones hacen que los eventos que planifican año a año sean lugar de encuentro de muchas generaciones, como así también, de visitantes gustosos de apreciar el legado cultural y degustar la cocina típica.

La buena voluntad de las instituciones, vecinos y gobierno local para poner en valor ese patrimonio intangible, es muy auspiciosa. Se cuenta con los elementos necesarios, los eventos, y la gestión. Sin embargo, existen otras variables de análisis que tienen que ver con la infraestructura turística, que la localidad no cuenta, por ejemplo, alojamientos. Sin embargo, esto no es un impedimento para el traslado de personas, pues las mismas, pueden alojarse en localidades vecinas, Esperanza, a 15 km de Humboldt, Nuevo Torino, también a 15 Km, Rafaela o Santa fe, distantes ambas a45 Km de la localidad.

A su vez, la ubicación geográfico espacial de la localidad minimiza este aspecto. Sita sobre la ruta provincial 70, posee una ubicación estratégica y equidistante a otros centros urbanos de importancia, referidos precedentemente.

Si bien los visitantes llegan a la localidad en vehículos particulares, Humboldt, posee una muy buena conectividad en el Departamento y la provincia. Lo cual, también facilitaría en algún aspecto la movilidad espacial de las personas. La presente investigación, constituye un reconocimiento significativo a todas las actividades que realizan las Instituciones respecto de la conservación y transmisión del legado sociocultural. Si bien, hay grupos que tienen un mayor compromiso con la patrimonialización de dicho legado, el mismo está presente en la sociedad toda, por eso, comenzar a situar a la localidad dentro de un circuito turístico que atienda las demandas gastronómicas, históricas y culturales, será un desafío por seguir a través de las vías jerárquicas que atienden y gestionan las manifestaciones culturales de la localidad, sumado al interés puesto de manifiesto en las diferentes instituciones de la comunidad.

La siguiente investigación, permite sustentar a partir de lo investigado, el desarrollo de estrategias centradas en la valoración del patrimonio cultural y gastronómico de la localidad.

Estrategias que más allá de los eventos planificados a lo largo del año, tengan que ver con la promoción de estas, en las páginas de turismo de las diferentes localidades ese incluso en la del Ministerio de Turismo de la Provincia de Santa Fe. Para lo cual, se requiere a su vez, un compromiso político por parte de los gestores de políticas públicas del pueblo y que, a su vez, se instituyan como parte del accionar político cultural para que puedan seguir aplicándose en el tiempo.

La creación de una ruta gastronómica y cultural entre aquellas localidades vecinas a Humboldt, cuyos orígenes pertenecen a la colonización suizo, alemana o italiana, por ejemplo: Esperanza, San Jerónimo, San Carlos Norte, Centro y Sur, Franck permitirán trasmitir el patrimonio cultural, y fomentar la participación de las Instituciones en Ferias, Fiesta de Colectividades, etc, donde ese legado sociocultural pueda compartirse en todos sus aspectos.

Dentro del mercado turístico, existe un segmento que se caracteriza por visitar destinos cuya atracción primaria o complementaria es el patrimonio intangible y tangible de los pueblos, pues afianza un conocimiento profundo de la cultura e identidad local.

Este hecho, puede ser visto como un factor dinamizador de áreas que están distantes a los centros turísticos tradicionalmente reconocidos a nivel nacional y que mucho pueden aportar a las economías regionales en cuestión. En este caso, es un factor que puede ayudar a dinamizar el territorio ante una oferta significativa y fundada, logrando así la integración de Instituciones, emprendedoras, artesana y comerciantes de manera directa con el visitante en los diferentes acontecimientos programados.

De esta manera, se logra comprobar la hipótesis planteada al principio de este trabajo, donde si es posible valorar turísticamente el legado sociocultural de una comunidad y no hay dudas que con el esfuerzo conjunto y las propuestas existentes se puede acceder a una nueva forma de mostrar y vivir el legado, donde el turismo patrimonial será el eje que permitirá un desarrollo aún más significativo para poder mostrar todo lo que se valoró a lo largo del tiempo y se transformó en una identidad propia y particular en una localidad, donde sus orígenes trascienden el tiempo.

 

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[3] Maria Emilia Chaparro. Ensayo Individual. Perspectiva II, Patrimonio Cultural Tangible. Retos y Estrategias de Gestión. 2018.

 

[4] Vínculos e Identidades más allá del legado sociocultural suizo alemán de Humboldt” (PIInUCSE DAR 2021/2022) Girolimetto-Nos.

 

[5] Barrera, E. Rutas alimentarias. Estrategias culturales de desarrollo territorial. (2006)

 

[6] SECTUR. Dossier de Agentes de Viajes. Placeres con sabor a Norte. Proyecto interinstitucional para el desarrollo de productos turísticos. Buenos Aires: Secretaría de Turismo de la Nación. Falcon. (2008).

 

[7] RICOLFE, J. Actitud hacia la gastronomía local de los turistas: dimensiones y segmentación de mercado. Pasos, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, Nº2 (volumen 6), pp. 190.(2018).

 

 

[8] Bustos Caras, R. (2004). Patrimonialización de valores territoriales. Turismo, sistemas productivos y desarrollo local.

 

[9] Jürgen Habermas. La teoría de la acción comunicativa I. Racionalidad de la acción yracionalización social. Grupo Santillana de Ediciones, S. A. Madrid. Pp 77. (1987)

 

[10] Piqueras Infante, Andrés. La identidad valenciana. La difícil construcción de una identidadcolectiva, Madrid, España: Escuela Libre, Editorial, Institució Valenciana D‘estudios I Investigació.Pp. 271. (1996)